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    8 consejos de finanzas personales para millennials

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    ¿Tienes entre 23 y 35 años y no has conseguido tu independencia financiera? No es un fenómeno extraño si consideramos la falta de educación en finanzas personales que hemos padecido los millennials. 

    Afortunadamente para nosotros, la información está al alcance de un click. En las siguientes líneas te señalamos algunas estrategias para mejorar tus finanzas personales.

     

    Los mejores consejos para sanar tus finanzas personales

    Toca base

    Quizás en este momento de tu vida no te apetezca tener un “puerto seguro para toda la vida”, pero no está de más que tengas una estabilidad, aunque sea relativa.

    Créeme, conseguir un empleo con perspectivas a futuro resolverá muchas de tus preocupaciones en la vida. Sí, los salarios iniciales son una pena y esta es la edad perfecta para viajar y estudiar ad infinitum, pero, a menos de que seas un afortunado heredero, trabajar con un horario determinado, de forma constante (incluso si eres freelance) es el mejor hábito que puedes tener.

    Prométete buscar un empleo que te guste o que por lo menos estimule tu curiosidad, te enseñe un oficio o rete tus habilidades.

     

    Diversifica tus fuentes de ingresos

    ¿Ya tienes empleo y aún así llegar al final del mes resulta complicado? Es el momento de echar a andar la creatividad para diversificar tus fuentes de ingresos.

    Sácale jugo a tus conocimientos y tus hobbies. Por ejemplo, si te gusta la panadería podrías vender pan artesanal entre tus conocidos o durante tu tiempo libre en algún mercadillo de fin de semana. Si lo tuyo son las mascotas, promociónate como paseador de perros. La idea es ganar un dinero extra haciendo algo que te guste.

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    Comparte la vivienda

    Si tienes 30 años y sigues viviendo con tus padres, es momento de hacer algo al respecto. La anhelada autonomía financiera se consigue cuando no tienes más opción que hacerlo. Quedándote en la habitación de tu adolescencia podrás sentirte en comodidad y es probable que la inercia te gane.

    Vivir con amigos o con gente que comparta tus intereses (o ya de perdido tu generación) es una muy buena forma de aminorar gastos y hacer el proceso de independencia más llevadero. Además, aprenderás mucho sobre ti y sobre las relaciones humanas.

     

    Ahorra

    Haz de esta palabra un mantra. Para lograrlo lo primero que necesitas es diferenciar entre lo urgente, lo necesario y lo deseable. Como imaginarás, lo fundamental es resolver lo urgente (las cosas con carácter urgente son extraordinarias, es decir, no se presentan cada mes) sin descuidar lo necesario (renta, alimentación, servicios, transporte).

    Aquellas cosas deseables, como el celular de última generación, la cena en ese restaurante que tanto te gusta o los zapatos de la última colección pueden esperar hasta que tengas un fondo para esos autoregalos. Eso sí, si puedes hacerte regalos también deberías poder dejar algo para emergencias.

    Para lograr este equilibrio puedes probar la regla 50/20/30. Dice así:

    • 50% de tus ingresos para tus gastos fijos y necesidades básicas
    • 30% para entretenimiento y gastos personales.
    • 20% para tu fondo de ahorro

    Puedes leer más de este y otros métodos de ahorro, aquí.

     

    Evita las deudas

    Si ya las tienes (cosa muy probable considerando que somos la generación de los endeudados) deshazte de ellas. Comienza pagando las que te generen los intereses más altos pues son éstas las que terminan saliéndose de control.

    Diferencia entre deudas constructivas (las que adquieres para invertir en un negocio que deseas emprender, por ejemplo) y deudas destructivas (aquellas originadas por un producto efímero, como un viaje, o que te traerá más gastos, como un automóvil).

    Si estás dispuesto a solicitar un crédito para cubrir una deuda constructiva, cuídalo. Tener un buen historial crediticio es importante para conseguir a futuro el préstamo para una casa y en ocasiones hasta para conseguir empleo.

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    Proponte objetivos

    Desde rentar tu propio departamento hasta hacer ese viaje anhelado o comenzar tu propio negocio, lo importante es que establezcas un objetivo concreto y en un tiempo (realista) para alcanzarlo. De esta forma, el hábito de ahorrar y mantener tus finanzas saludables adquirirá un sentido más claro para ti.

    Ten paciencia, pues los mejores logros se saborean mejor cuando el proceso para alcanzarlos es agradable.

     

    Invierte en tu retiro

    Ya sabemos que la época en la que todos teníamos una pensión asegurada para cuando nos volviéramos viejitos se acabó. Nuestro futuro está en nuestras manos (literalmente).

    Destina una parte de tus ahorros en inversiones a largo plazo que puedan constituir tu plan para el retiro.

    Existen muchos instrumentos de inversión que se adaptan a tus capacidades (no necesitas miles de pesos para comenzar a invertir): Afore, Cetes, Pagarés, etc.

    En México, la inversión inmobiliaria es considerada como uno de los instrumentos de inversión más rentables del país, sobre todo en el sureste, ya que las tierras aún pueden conseguirse a precio accesible y el rendimiento es bastante significativo a largo plazo.

     

    Controla tus finanzas (y no al revés)

    La mejor manera de hacerlo es realizando un presupuesto mensual. Existen varias apps que te pueden guiar para vigilar los gastos hormiga, automatizar pagos, registrar tus ingresos extra y seguir tus inversiones.

     

    Este artículo es apenas un granito de arena en el vasto y apasionante mundo de las finanzas. No les temas, al contrario, infórmate y toma el control de tu independencia financiera.